EL UNIVERSO ANIMAL Y VEGETAL

Raquel Alonso

La irresistible pasión por la flora

Raquel Alonso, vicedecana de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de León, en una salida al monte :: A. Cubillas

ANDREA CUBILLAS

La pasión es contagiosa. Y, si no, que se lo digan a Raquel Alonso, vicedecana de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales en la Universidad de León. Apenas unos minutos de conversación con ella bastan para demostrar una irresistible pasión por la botánica. De ahí que sus ojos brillen cuando se le pregunta sobre Picos de Europa.

«Es una joya botánica». Y así lo repite una y otra vez cuando, con detalle, te traslada tan solo con su voz hasta esas praderas infinitas pintadas de verde, a esos bosques de hayedos teñidos de un halo de misterio y hasta esos grisáceos pedregales aparentemente desérticos que, sin embargo, guardan pequeñas «maravillas». El truco, apunta, es saber mirarlo con ojos de botánico. Ojos que nos presta durante unos minutos para intentar apreciar un espacio natural como Picos de Europa, que es «excepcional».

Ojos que nos llevan hasta lo más alto de las cumbres. Aquellas aparentemente desérticas, pero que esconden la flora más rica desde el punto de vista botánico. También la que más riesgo corre. Alonso recuerda que el cambio climático preocupa y mucho. Es uno de los problemas mundiales que también se deja sentir en Picos de Europa y que supondría la desaparición de la flora de alta montaña. Se trata de aquellas plantas que nacen a más de 2.200 metros de altitud, los conocidos como pastos de cumbre, comunidades muy abiertas que nacen en terreno pedregoso, que no pueden compensar la subida de temperatura con una subida de altitud dado el escaso margen de maniobra.

Pero no sólo el cambio climático dibujará un nuevo mapa botánico en Picos de Europa. Tendrán que pasar años, décadas, pero Raquel ve incuestionable que el abandono ganadero de la zona provocará un cambio en los pastizales y prados, que pasarán a transformarse en otro tipo de comunidad, como pueden ser matorrales e incluso bosques «con el paso de los siglos. El hombre con el ganado es el que mantiene estos hábitats».

Cambios a futuro a tener presente para seguir cuidando y protegiendo un ecosistema único en el mundo, donde la fauna Mediterránea, Pirenaica y Oceánica se entremezclan a su antojo para crear pequeños tesoros que, lamenta la coordinadora del Máster de Flora y Fauna de la ULE, que a veces pasan inadvertidos a pesar de que son joyas únicas de la naturaleza que tan solo se pueden encontrar en Picos de Europa.

Y, sin embargo, lamenta, la flora es la gran olvidada. «Los espacios naturales se venden con la fauna y se olvidan de la riqueza botánica», asegura Alonso, que entiende necesario impulsar la ‘venta’ del Parque Nacional a través de la fauna. Una necesidad, también una demanda.

Recuerda la creciente conciencia conservacionista que se ha experimentado en los últimos años, que se ha traducido en un incremento del turismo científico. Y por ello, aboga por impulsar rutas botánicas en Picos de Europa.

 

Dónde nació

En Madrid,  en 1971. Actualmente reside en León

A qué se dedica

Es vicedecana de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de León

Los Picos en una frase

«Los Picos de Europa son una joya botánica»

Porque si el cambio climático o el abandono ganadero preocupan, no así el turismo que en ningún caso es visto como un peligro para la flora de este ecosistema que, en los últimos años, ha vivido un notable incremento de turistas, sin que ello suponga una amenaza al concentrarse en zonas muy concretas y bajas.

Por ello, Raquel Alonso aboga por impulsar Picos de Europa, en este caso, a través de la flora, la gran desconocida, la gran olvidada y, sin embargo, la joya de su corona.